La historia de estas fantásticas joyas conocidas como los huevos Faberge empieza en 1885 con el primero de una serie de 56 diferentes e impresionantes joyas creados para el zar ruso Alejander III.
Huevo de los lirios del valle que esconde retratos de la familia imperial
Cada uno de estos huevos es único e irrepetible ya que está inspirado de un episodio familiar o evento imperial y fue un regalo personal de parte del zar a su esposa – la zarina María Fyodorevna.
Huevo Faberge dedicado al aniversario de la coronación del zar Alejander III
Uno de los huevos Faberge representa el Remacimiento fue el último regalo del Alejander III
Para la realización de cada joya, el orfebre trabajaba un año y más y llego a emplear hasta 700 profesionales. Los materiales utilizados provenían de Rusia y para la creación de cada huevo Faberge se hacía una combinación de oro, plata, paladio y otros metales con piedras preciosas como zafiros, rubíes, esmeraldas y piedras semipreciosas – granates, olivos y más.
Huevo del capullo de rosa con sorpresa- rosa de esmalte amarillo
Igual de impresionante es la sorpresa que escondían dentro algunos de los huevos Faberge . El tema es distinto para cada una y esconde desde una preciosa miniatura del carruaje con lo cual la zarina Alejandra / la esposa del zar Nikolai II / entró en Moscú hasta retratos de sus hijas. Esto fue el secreto más guardado.
El primero de los huevos Faberge es de color azul y tiene incorporado un reloj
Desde aquella época ha pasado mucho tiempo y estos magníficos huevos Faberge en día de hoy se encuentran en Kremlin, en colecciones privadas o en museos. Algunos de ellos se conocen solo por fotos a otros han desaparecido.
Uno de los magníficos huevos Faberge – un naranjo con rubíes, diamantes, amatistas que imitan frutas
Huevo de la gallina con tamaño de huevo con una gallina de oro escondida dentro
fotos credit - fotos- Faberge, Wikipedia, Forbes collection