Pasar las vacaciones o una escapada de fin de semana en una casa rural es sueño para muchos amantes de la naturaleza y la tranquilidad – lejos de los bulliciosos hoteles y lugares llenos de gente. Otra ventaja del turismo rural es la comida casera que nos lleva en la casa de nuestra abuela con los deliciosos platos típicos de la región cuyo sabor irrepetible lo tenemos todavía en la boca.
Desayunar en la terraza de la casa rural disfrutando de la vista panorámica
Todo eso eso lo ofrece Cases Noves – una preciosa casa rural en Alicante que funciona como hotel rural desde 1932. Desde entonces se han hecho pequeñas reformas con la idea de hacer esta casa de invitados más cómoda y confortable pero respetando el estilo arquitectónico y el encanto de las típicas casas rurales de las montañas alicantinas desde el siglo pasado.
Cases Noves ha conservado su auténtico estilo arquitectónico
Dormitorio espacioso diseño elegante con balcón con vistas
Esta casa encantador dispone de un coqueto salón con chimenea, una sala de lectura, una sala de música con una amplia colección de CD de diferentes estilos, donde se pueden pasar unos momentos relajantes, tomando un té o simplemente con un libro de la mano.
Momentos de relax en la coqueta sala con chimenea
La Terraza es el orgullo merecido de este pequeño hotel rural. Aquí los huéspedes disfrutan de vistas impresionantes al valle y al Castillo de Guadalest mientras saborean la riquísima cocina tradicional preparada por la anfitriona.
Cenar en la terraza de la casa rural, bajo las estrellas
Una amplia gama de actividades como senderismo, Mountain Bike, paseos a caballo en Guadalest hacen la estancia de los visitantes de Cases Noves divertida y llena de adrenalina según los gustos.
Este coqueto hotel rustico mantiene el encanto de la casa rural alicantina
Pequeño comedor donde los huéspedes disfrutan de comida casera